lunes, 12 de mayo de 2014

Bizcocho de yogur y plátano

Buenas!

Volvemos con las recetas al blog.

Hoy os traigo un bizcocho que hice ayer, aprovechando que la mañana de domingo salió de lo más tristona y nos quedamos en casa.
Se trata de una versión del bizcocho de yogur tradicional, con una de mis frutas favoritas, el plátano.Un chute de energía sin duda!.

Para ello necesitamos : 
  • 3 huevos,
  • 1 yogur natural,
  • la mitad de la medida del envase de yogur de aceite de girasol
  • 2 medidas del envase de azúcar,
  • 3 medidas del envase de harina,
  • 1 sobre de levadura,
  • 1 plátano
  • Margarina (para engrasar el molde).


 
Lo primero que hacemos es poner a calentar el horno a máxima temperatura por arriba y por abajo. mientras vamos buscando los ingredientes, lo ponemos.

En una fuente amplia echamos los 3 huevos, el yogur, el aceite y el azúcar. En un bol aparte se mezcla la levadura y la harina con un tenedor y después se añade a la mezcla de la fuente amplia.
Con la batidora (en la receta original decía "varilla manual" pero yo me arreglo mejor con el aparato) mezclamos bien todo hasta que quede una masa fina y cremosa.
Pelamos el plátano y lo troceamos muy finito. Removemos todo con una espátula o un cubierto de madera. 

Ahora vamos a preparar el molde : untamos el fondo y los laterales con la margarina.
 
Echamos la mitad aprox. de la mezcla y vamos colocando la mitad de las  rodajitas de plátano por todo el molde. Echamos la mezcla que falta y volvemos a colocar las rodajitas sobrantes ( así queda como dos capas de plátano). Aunque también se puede triturar el plátano con la mezcla y así todo el bizcocho tendrá su sabor.

Introducimos el molde en el horno a media altura y lo ponemos a 180 grados durante 30 minutos (para un horno tradicional). El mío es eléctrico, así que necesita menos tiempo, aunque lo importante es ir vigilándolo poco a poco para que no se queme. Lo pinchamos cuidadosamente con un cuchillo y si sale sucio, es que aún está crudo. Dejarlo 5 minutos más. 
 
Ojo!  ponerlo con la rejilla, no con la bandeja porque con esta última se nos puede quemar. La rejilla permite que circule mucho mejor el calor por todos los lados.
 
Cuando el bizcocho esté hecho, lo sacamos y lo dejamos enfriar.
 
Os recomiendo taparlo con un film de plástico . Así, con la propia humedad del bizcocho se logrará mantener  tierno durante más tiempo. 
 
A comer!
 
 

 
 
 
 
 

 
 
 


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